domingo, 25 de abril de 2010

Cuadernos de caligrafía- Alejandra Correa

Foto: Pluja fina


Sostiene mi mano derecha
en su mano derecha
la contiene en el hueco
y aprieta mi puño en su puño
pulgar e índice apuntalan esta pluma

Dibujamos unos signos antiguos

Me lleva desde fuera de mi trazo
él es mi trazo
él se aventura, yo lo sigo
pero ya no es a él
es al movimiento y su música
su mano apretando la mía
su movimiento en el mío

Mojamos juntos la pluma en el tintero mínimo
(el olor agrio de la tinta negra
en mi pequeña nariz)

Volvemos al trazo interrumpido
se elevan nuestras manos
se acortan
se ciñen
se controlan

Dibujamos el idioma

Respira tan cerca
su profunda voz emite algún sonido
como dictando
más corto, más largo, más reunido

Y entonces me dice:

- Ahora, vos sola

y me abre en un abismo


ALEJANDRA CORREA

"Cuadernos de caligrafía", El suri porfiado Ediciones.

sábado, 17 de abril de 2010

La SZYMBORSKA siempre




Amor a primera vista


Ambos están convencidos

de que los ha unido un sentimiento repentino.

Es hermosa esa seguridad,

pero la inseguridad es más hermosa.


Imaginan que como antes no se conocían

no había sucedido nada entre ellos.

Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos

en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?


Me gustaría preguntarles

si no recuerdan-quizá un encuentro frente a frente

alguna vez en una puerta giratoria,

o algún "lo siento"o el sonido de "se ha equivocado" en el teléfono-,

pero conozco su respuesta.

No recuerdan. Se sorprenderían

de saber que ya hace mucho tiempo

que la casualidad juega con ellos,

una casualidad no del todo preparada

para convertirse en su destino,

que los acercaba y alejaba,

que se interponía en su camino

y que conteniendo la risa

se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,

pero qué hacer si no eran comprensibles.


¿No habrá revoloteado

una hoja de un hombro a otro

hace tres añoso incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.

Quién sabe si alguna pelota

en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres

en los que un tactose sobrepuso a otro tacto.

Maletas, una junto a otra, en una consigna.

Quizá una cierta noche el mismo sueño

desaparecido inmediatamente después de despertar.


Todo principio

no es mas que una continuación,

y el libro de los acontecimientos

se encuentra siempre abierto a la mitad.


WISLAWA SZYMBORSKA

De "Fin y principio" 1993 Versión de Abel A. Murcia

lunes, 12 de abril de 2010

Poema-René Char



Aguas de verde rayo que tañen el éxtasis de un rostro amado, aguas ricas en viejos crímenes, aguas amorfas, aguas saqueadas por una cercana consagración... Él debió sufrir las advertencias de su memoria eliminada, el fontanero saluda con los labios el amor absoluto del otoño.
Idéntica sabiduría, tú que compones el porvenir sin creer en el peso que desanima, que él sienta emerger de su cuerpo la electricidad del viaje.

RENE CHAR (1907-1988)

sábado, 13 de marzo de 2010

NOCHE- A. Artaud




Por Antonin Artaud

Oeuvres complètes (tome I)
Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.
En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.
El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.
Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca, el vientre está bien.
Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía, la cabeza está lejos.
En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.
En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.
Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.
En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.
Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea áerea.
El Verbo brota del sueño
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.
El vaso y el vientre chocan:la vida es clara
en los cráneos vitrificados.
El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.
La vida pasa por el pensamiento del poeta melenudo.

lunes, 8 de marzo de 2010

¿Cómo se escribe?



Cuando no estoy escribiendo, yo simplemente no se cómo se escribe. Y si no sonara infantil y falta esta pregunta que es de las más sinceras, yo elegiría a un amigo escritor y le preguntaría ¿cómo se escribe?.
Porque, realmente, ¿cómo se escribe? ¿qué se dice? ¿cómo se dice?. Y ¿cómo empieza? Y ¿qué se hace con el papel en blanco que nos enfrenta tranquilo?
Sé que la respuesta, por más que intrigue, es esta única: escribiendo. Soy la persona que más se sorprende al escribir. Y todavía no me habitué a que me llamen escritora. Porque, salvo las horas en las que escribo, no se en absoluto escribir. ¿Será que escribir no es un oficio? ¿No hay aprendizaje, entonces? ¿Qué es? Sólo me consideraré escritora el día en que yo diga: sé cómo se escribe.

CLARICE LISPECTOR

martes, 19 de enero de 2010

PACO URONDO





Milonga del marginado paranoico


Parece mentira

que haya llegado a tener

la culpa de todo lo que ocurre

en el mundo; pero es así. Han tratado

de disuadirme psicólogos y sociólogos de mi tiempo,

me han dado razones de peso técnico largamente

formuladas y

parcialmente ciertas. Pero

yo sé que soy culpable de los dolores

que aquí siento y recorren el mundo; de las soledades

que lo van vaciando: quisiera saltar

como Juan L. Ortiz, vociferar

como Oliverio Girondo, pero: primero, ellos me ganaron

de mano; segundo, no me sale bien y aquí

empieza todo nuevamente: otro sufrimiento

igual a diapasones y recursos

que conozco perfectamente y que no vale la pena

repetir: primero, para no emularlos; segundo, porque

tendré que ir

reconociendo que no he sabido

hacerme entender. Y esto es agudo como un ataque

que nos traga la lengua; pido entonces disculpas

por la mala impresión, por las exageraciones.


PACO URONDO

lunes, 18 de enero de 2010

Haití para todos los ojos que acaban de llorar





Esta mañana, una mano puso flores en tu buzón:
¿será acaso un sol que te escribe
desde una cárcel de tu país?
¿O es un telegrama -SOS de la luna-
que de repente ve venir
las amenazas del hombre?
¿Será el último árbol romántico
de Nueva Zelandia que quiere
intercambiar sellos contigo?
¿Desde cuando la lluvia envía
mensajes cifrados a sus amigos?
Puede que sea la carta certificada
de un ruiseñor necesitado de dinero.
¿Y si fuera la carta anónima de un
cocodrilo, alcalde de una aldea tenebrosa?
¿o la carta de algún maldito presidente
vitalicio de la república?
¿o la de un tiburón notario de un país racista?
Quizás sean flores explosivas, dotadas
de un maravilloso mecanismo de acción
retardada, flores cultivadas
en los invernaderos del Ku Klus Klan?.
Las llevo a mi oficina
para descifrar sus olorosos mensajes:
son flores del fondo del mar. Un olor
de marea alta invade mi casa. En la firma
de alga marina. Estas flores son
los besos de una princesa de alta mar,
es el alfabeto de su vida,
la morsa gloriosa de su sangre en flor.
Es el violento misterio de su cuerpo
cuando el orgasmo la proyecta conmigo
a la cima del reino vegetal.
Ella, desde el fondo de las aguas, me envía l
as noticias de las hierbas inocentes del mundo.
Me da los buenos días de las primeras mariposas del año,
los buenos días de los primeros peces y los primeros besos
de adolescentes que reclaman un poco de ternura,
de paz y dignidad, con una luz fresquísima,
para todos los ojos que acaban de llorar.
RENE DEPRESTE: Escritor haitiano de habla francesa y española, fundador de la revista Ruche, que se comprometió con la lucha contra la dictadura y fue un ferviente militante de la negritud. Este poeta precoz fue, en cierto modo, el niño pródigo de la independencia haitiana a comienzos del siglo XX. Sus primeros libros de poemas, Centelleos (1945) y Haz de sangre (1946), le dieron un cierto prestigio, con tan sólo diecinueve años. A finales de 1945, fundó con algunos colegas una revista artística de vanguardia, Ruche. André Breton, antes de regresar de su exilio en Nueva York, dio una serie de conferencias en Puerto Príncipe; la acogida de estos jóvenes artistas de Haití, encabezados por Aimé Césaire al surrealismo fue enormemente entusiasta, por lo que Ruche dedicó un número especial a Breton, que fue censurado por la policía dictatorial. Mientras tanto, Depestre estaba en la cárcel. Esta historia ocasionó varios disturbios que paralizaron Haití, el poder estuvo inestable durante unos días, pero enseguida el Ejército restableció el orden, y Depestre se vio condenado al exilio. Desde entonces se afilió al movimiento cultural Negritud, fundado en París por iniciativa de Césaire, Damas y Senghor. Después de esta fecha, Depestre continuó su trayectoria poética en Francia, con Vegetación de claridades (1951), Traducido a lo ancho (1952), y Mineral negro (1957). Tras un breve regreso a Haití, de donde huyó enseguida perseguido por el régimen de Duvalier, se exilió en La Habana, donde enseñó durante veinte años. Si bien en sus libros de poemas explora en el inconsciente surrealista (Diario de una animal marino,1964; Un arco iris para el Occidente cristiano, 1966), su intención es claramente militante (Cantata a Octubre, publicada en 1968, dedicada a la muerte de Che Guevara). René Depestre escribió también excelentes textos en prosa, como la Cucaña (1973) o Hadriana en todos mis sueños (Premio Renaudot, 1988). Sus ensayos son claros exponentes del tema de la negritud (Buenos días y adiós a la negritud, seguido de Trabajos de identidad, 1989).

sábado, 5 de diciembre de 2009

Pais Garza Real


siempre volver a Don Francisco Madariaga, a su país de rios con solazos y reflejos, iguanas, pendencia y ternura...


Gauguin en la antesala

En un país de funcionarios arde el tiempo
de las familias asesinas.
Niñas que cargan la belleza de sus primeros
esplendores,
pero luego descargan sus collares,
depositan sus aros en los brillantes ventanales
de un cuarto de parientes.
Y Gauguin, rehuyendo los terrores del tiempo,
enjoya las bahías,
las doncellas del brujo,
las manos de los ojos,
ojos de los cabellos,
los ojos de los ojos del perfume.


FRANCISCO MADARIAGA

domingo, 20 de septiembre de 2009

John Donne

POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS

Ningún hombre es en sí
equiparable a una isla;
todo hombre es un pedazo del continente,
una parte de tierra firme;
si el mar llevara lejos un terrón,
Europa perdería
como si fuera un promontorio.
como si se llevara una casa solariega
de tus amigos o la tuya propia.
la muerte de cualquier hombre me disminuye,
porque soy una parte de la humanidad.
Por eso no preguntes nunca
por quién doblan las campanas,
están doblando por ti.

John Donne, Inglaterra-1572-1631

domingo, 6 de septiembre de 2009

repitiendo a YEATS
















La isla del lago de Innisfree

Me levantaré y me pondré en marcha, y a Innisfree iré,
y una choza haré allí, de arcilla y espinos:
nueve surcos de habas tendré allí, un panal para la miel,
y viviré solo en el arrullo de los zumbidos.

Y tendré algo de paz allí, porque la paz viene goteando con calma,
goteando desde los velos de la mañana hasta allí donde canta el grillo;
allí la medianoche es una luz tenue, y el mediodía un brillo escarlata
el atardecer pleno de alas de pardillo.

Me levantaré y me pondré en marcha, noche y día,
oigo el agua del lago chapotear levemente contra la orilla;
mientras permanezco quieto en la carretera o en el asfalto gris
la oigo en lo más profundo del corazón.


William Butler Yeats (Dublin, 1865-1939)

sábado, 5 de septiembre de 2009

nuestro hijo aqui


Tal vez el mundo cabe en la cocina
donde hablamos del hijo.
El futuro es un rostro, un dulce nombre
una sangre en camino a este camino.

Amor se dice de un extraño modo:
cuna, pañal, la bata.
Estas cosas comunes.
Esas palabras blancas.

El amor ha crecido.
La primavera canta en mi pañuelo.


JUAN GELMAN

sábado, 18 de julio de 2009

H.D.





Sobre mí gira el viento.

Estuve ante tu puerta

y yo sé

que tú estás más allá,

más lejos todavía,

en otro acantilado.



(H.D.) Hilda Doolittle (1886-1961)

lunes, 6 de julio de 2009

recordando a joaquin, mientras esperamos a Camilo


Nicolás entra en escena

Cuando corre hacia mí
mi cansada osamenta responde
con un espasmo emocional. Así que
bienvenido a esta escena
donde los títeres se apalean
por razones que ignoras tanto como yo.
Pero de todos modos alcanzaré a ser
el primer fracaso de tu vida
y tu primer sospechoso. No te molestes
en desmentirlo, considera este final
como un detalle en el curso de las cosas,
un accidente que ayudará a marcharme
antes de que me pidas explicaciones
por este tumulto. Agradezco tu llegada:
quizás oculte la promesa de entender
lo que fue secreto para mí,
poeta de oscuro oído que no percibe el rumor
de un sistema coherente de realidad.
Desde mi último sillón asisto
a tus asombros.
En tus ojos voraces
apuntan los titubeos prenatales
de un mundo que no me pertenece.
El mío se deshace, estupefacto
sobre los escombros de su propio centro.
Despide entonces a mi siglo con piedad.
Ahora tu oportunidad consiste
en cuidar el tuyo y tu cerebro,
mientras amaneces
y mi herencia son todas tus preguntas.


JOAQUIN GIANNUZZI

La rueda de las cosas


La rueda de las cosas en la luz y en la noche,
giran muebles, herramientas, utensillos de la
intemperie,
crujen, rechinan; su catálogo vasto como el mar,
el fantasma con sartenes y cacerolas retumba en
la cocina,
destapa una botella altísima, alinea las copas,
paraguas, zapatos, libros, guitarras y vestidos
llegados desde las cavernas, mortajas, collares,
objetos que han perdido la razón,
golpean en el pecho, en el flanco del viento y el
relámpago,
demente presencia de objetos a la orilla del hombre,
en torno al misterioso foco de existir,
presas de la cacería, llenos de tentaciones,
espléndidos y míseros regalos de los dioses,
el antiguo Cristo con misericordia
reparte la vajilla y el milagro, reparte los cubiertos,
vincula su sangre con una jarra bendita.
Cada cual con sus cosas,
su patrimonio de infinitas materias,
loza, madera, cristal, acero, humo.
Al Faraón le dejan el servicio de la muerte,
sus pertenencias, frascos de perfume, diademas.
Tantas cosas en torno a nuestros pasos
mientras avanzamos por el camino de tierra a lo
largo de los cafetales.


ENRIQUE MOLINA

domingo, 5 de julio de 2009

el azar trae poesía a esta tarde lluviosa



Los nietos lucirán máscaras deshabitadas
Ríe la abuela pero no mi madre.


Estas lineas pertenecen a Cristina Domenech, poeta argentina. Publicó Impalpable, Editorial Ultimo Reino, Año 1994 y Condensación de la Luz, con la Editorial Libros de Alejandría, Año 1998; Tierra Negra, Ed. del Dock en el año 1999 y Demudado, Airediseño Ediciones, 2007.

jueves, 2 de julio de 2009

momentos de vida. V Woolf...para leer con o sin gripe



"Cuando intento verla percibo con más claridad que nuestras vidas son parte de una forma, y que para juzgar en verdad a alguien hay que considerar que este lado está encogido, y el otro está mellado, y el tercero estirado, y que nadie está realmente aislado (...)"

VIRGINIA WOOLF
Momentos de Vida. Lumen

sábado, 27 de junio de 2009

Michele Petit acerca de la pobreza y las bibliotecas

Foto Sebas Miquel






(...) La pobreza es algo terrible porque priva de bienes materiales que hacen la vida más fácil, menos dura, incluso más divertida y, a la vez, priva también de medios para preservar una intimidad. Incluso podríamos decir que éste sería un indicador todavía mejor que el de la renta: cuanto más pobre se es de menos intimidad se dispone. Cuando se es muy pobre se está sobre la acera expuesto a las miradas de todo el mundo, cuando se es menos pobre se vive con otras nueve personas en una misma habitación. Cuanto más se sube en la escala social más se dispone de un espacio íntimo.
La pobreza también priva del acceso a los bienes culturales y a todo lo que eso puede representar, como los intercambios que se tejen alrededor de esos bienes. Un bien cultural no sólo es algo que puede hacer bien a cada uno de diferentes maneras, tanto en el ámbito del saber como en el de la construcción de sí, sino que es también un objeto en torno al cual permite intercambiar. La pobreza priva de todo esto y seguro que también de otras cosas que en este momento olvido. La pobreza expulsa al amor por la ventana y también a todo lo que acabo de referirme.
Una biblioteca pública puede en parte, sólo en parte, y en algunos contextos pues en otros quizá sea imposible, reparar un poco todo esto. No sólo es mi esperanza sino lo que ha mostrado la investigación que llevamos entre los jóvenes usuarios de bibliotecas de barrios desfavorecidos de algunas ciudades francesas.
La biblioteca puede permitir acceder, a algunos, a un poco más de lo que yo considero como derechos culturales. Pienso que cada uno de nosotros tiene derecho a acceder a bienes culturales. No es un lujo ni una coquetería de burgueses, sino algo que confiere una dignidad, un sentido en la vida y a la que todo el mundo puede ser sensible. Las personas de medios sociales muy modestos tienen con frecuencia un inmenso deseo de saber más, de aprender más. La biblioteca puede contribuir un poco a reparar el hecho de la pobreza y a permitir, también un poco, el acceso a los derechos culturales.



MICHELE PETIT: para quienes no la conocen es una escritora y antropóloga francesa especialista en temas de lectura. Vino para la ultima feria del libro de bs as invitada por la CONABIP donde tuve el enorme placer de escucharla y conocerla.
Libros de ella se consiguen en español en el FCE y Oceano.

jueves, 25 de junio de 2009

sábado, 20 de junio de 2009



foto: Julia M. en Bali



(..) Un día

los caballos vivirán en las tabernas

y las hormigas furiosas

atacarán los cielos amarillos

que se refugian en los ojos de las vacas.

Otro día

veremos la resurrección de las mariposas disecadas

y aun andando por un paisaje de esponjas grises

y barcos mudos

veremos brillar nuestro anillo

y manar rosas de nuestra lengua.



federico garcia lorca (y yo a sus pies rendida)

Historias para contar

Es una tarde de esas en la que si tuviera un hijo le contaría una historia que empieza asi " Había una vez en Borneo, a la hora de la siesta. Los niños pescaban, la mamá lavaba la ropa en el río.."