No quiero que me digan
la palabra naranja.
Me llega el sol,
mi casa,
mi casa,
y la perdida infancia.
Hubo un sabor
el ocio de unas tardes
y el agua.
Hubo una luz de gracia,
profundidad del alma
Hubo un pájaro fino
que cantaba en el patio
del vecino.
Hubo dalias pesadas
a cuya sombra el gato
bostezaba.
¡Y en verano la fiesta
de comerse la breva
señalada!
No quiero que me digan
la palabra naranja
(ni naranja ni siesta)
(ni naranja ni siesta)
Duele aquello que amaba.
JUAN JOSE HERNANDEZ
5 comentarios:
Que hermosas palabras , Aunque para muchos no les guste.
No entendi muy bien , Pero es un refran una obra o que ? Perdon por mi ingnorancia.
Recuerdo mi profe de primer año cuando la recitaba
Es un poema.
Es un poema,..el recuerdo de la niñez pasada....
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