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Revoluciones
También así se puede revolucionar el mundo.
Aunque hayas llegado tarde: tu sueño ya fue soñado
pero tus manos son siempre por primera vez.
También es siempre por primera vez tu ojo disparado
y por primera vez el gen que te trajo hasta aquí.
Pero suele ser verdad que lo que piensas ya fue pensado.
Y aunque llegues un poco tarde, siempre será por primera vez tu boca, así como
es por primera vez tu barriga llena de mariposas
y los soles alojados en tu rubor
y la rabia,
también son por primera vez.
Puede que te aparezca tu huérfano
mucho antes
y te encuentre dialogando a solas,
justo cuando metías entre cuatro tablas a los invisibles.
Así también se puede revolucionar el mundo.
Donde pongas tu pulso que tanto anduvo,
donde compones tu humano y lo dejas sonar,
y apoyas tu pie que siempre es primero
en el campo abandonado.
También así se puede revolucionar el mundo.
Aunque hayas llegado tarde: tu sueño ya fue soñado
pero tus manos son siempre por primera vez.
También es siempre por primera vez tu ojo disparado
y por primera vez el gen que te trajo hasta aquí.
Pero suele ser verdad que lo que piensas ya fue pensado.
Y aunque llegues un poco tarde, siempre será por primera vez tu boca, así como
es por primera vez tu barriga llena de mariposas
y los soles alojados en tu rubor
y la rabia,
también son por primera vez.
Puede que te aparezca tu huérfano
mucho antes
y te encuentre dialogando a solas,
justo cuando metías entre cuatro tablas a los invisibles.
Así también se puede revolucionar el mundo.
Donde pongas tu pulso que tanto anduvo,
donde compones tu humano y lo dejas sonar,
y apoyas tu pie que siempre es primero
en el campo abandonado.